Me gustaría estrenarme en este blog abriendo el foco más allá de la madera y acercarnos al factor más humano. Como responsable comercial de la promotora Distrito Natural, tengo (y disfruto) de un contacto directo y muy cercano con las personas y familias que se interesan por nuestras viviendas. Y creo que puede resultar muy interesante compartir qué es lo que anhelan, sienten y me transmiten quienes buscan un nuevo hogar sostenible y, por supuesto, en madera.
Hace unos días, recibí un mensaje que me llenó de satisfacción, un espaldarazo a nuestro propósito de crear viviendas que aporten algo más que cuatro paredes. Carmina, una persona interesada en nuestra promoción de Tomás Bretón en Madrid, me decía:
“Nos enteramos tarde de esta promoción y por sus características y su ubicación nos interesaba muchísimo. Entiendo que ya es demasiado tarde. Pero por si acaso… ¡Muchas gracias y enhorabuena por vuestro trabajo ! ¡Sois un ejemplo!”
Este mensaje refleja lo que realmente significa el éxito para nosotros en Distrito Natural. No se trata solo de proyectos arquitectónicos, sino de crear lugares que resuenen con los valores de sostenibilidad, bienestar y calidad de vida. Me enorgullece saber que cada persona interesada en vivir en una de nuestras promociones comparte estos valores y refuerza el compromiso por construir espacios realmente significativos para las personas y para el medio ambiente.
La madera como pilar de la sostenibilidad y el bienestar
Algo que también percibo es que la madera es mucho más que un material en nuestras construcciones; es un símbolo de compromiso ambiental y un punto de contacto con el mundo natural. Elegir la madera significa reducir la huella de carbono de nuestras edificaciones, al tiempo que ofrecemos a los futuros residentes un entorno más saludable.
Este recurso renovable absorbe CO2 y ayuda a reducir el impacto de nuestros proyectos. Pero no es ni mucho menos su única ventaja, cuando usamos madera y otros materiales renovables, duraderos y naturales, buscamos que contribuyan a un entorno de confort físico y emocional.
En este sentido, la madera ofrece otras ventajas excepcionales: puede ayudar a equilibrar la humedad interior y a mejorar la calidad del aire, ya que no tiene emisiones de tóxicos, al contrario que otros materiales sintéticos. También proporciona un excelente aislamiento térmico, permitiendo mantener una temperatura confortable en el interior durante todo el año. Esto se traduce en ahorro energético, pero sobre todo en una experiencia de bienestar para las personas. Además, la madera crea un entorno cálido y acogedor.
Espacios que transforman vidas y comunidades
En mi experiencia, la búsqueda de un impacto positivo va más allá de la sostenibilidad y de la salud. No solo está en los materiales o en la eficiencia energética, sino también en cómo los espacios influyen en la vida de las personas, en su día a día y en sus relaciones con los demás.
Nuestras viviendas buscan adaptarse a las necesidades reales de sus habitantes, ofreciendo espacios flexibles y, sobre todo, zonas y servicios comunes para fortalecer la convivencia y la creación de comunidad. Es lo que se denomina vivienda colaborativa o covivienda.
En cada promoción, diseñamos zonas que fomentan la interacción y el sentido de pertenencia. Espacios como cocinas compartidas, terrazas comunitarias, locales polivalentes, lavanderías o parkings de bicicletas no solo facilitan la vida cotidiana, sino que también refuerzan los lazos entre los vecinos, les invitan a conocerse, a tener experiencias de vida compartida frente a la soledad no deseada o al individualismo desmedido.
La promoción Tomás Bretón, un sueño a punto de materializarse en Madrid
La satisfacción de personas como Carmina nos impulsa a seguir innovando, a mantener el compromiso con la sostenibilidad y a construir en armonía con el entorno. Nuestra visión es clara: seguir desarrollando proyectos que transformen la manera en que vivimos y construimos, que reduzcan el impacto ambiental y que ofrezcan un hogar acogedor para aquellos que buscan una vida más consciente y responsable.
La promoción Tomás Bretón, a la que se refería esta interesada y que estamos terminando en el distrito de Arganzuela en Madrid es un ejemplo de esta filosofía. Se trata de una promoción de 20 viviendas, diseñada por nuestro estudio de arquitectura, sAtt Triple Balance, y desarrollada en colaboración con varios socios que llevan la madera en el ADN: Woodea, Xilonor, Madergia, Finsa y FSC.
Este proyecto se agotó antes de que siquiera se iniciara la construcción, demostrando que cada vez más personas buscan hogares que reflejen sus valores y aspiraciones. En Tomás Bretón, cada detalle ha sido diseñado con un enfoque de respeto y responsabilidad ambiental. Los futuros residentes no solo disfrutarán de un hogar con materiales sostenibles, sino que también formarán parte de una comunidad que comparte el compromiso de vivir en equilibrio con el planeta. En estos espacios, las personas y familias encuentran una nueva manera de vivir alineada con la sostenibilidad.
Un compromiso con el medio ambiente y las personas
Algo que he aprendido escuchando y observado de las experiencia de las personas que anhelan este tipo de espacios es que la arquitectura tiene el poder de transformar vidas y comunidades. En Distrito Natural creemos que cuando las personas eligen una vivienda también están eligiendo un estilo de vida y por eso cada uno de nuestros proyectos busca ser una extensión de los valores de quienes los habitan.
La arquitectura sostenible es más que una tendencia; es un compromiso a largo plazo con la sociedad y el planeta. Seguimos trabajando para que cada proyecto de Distrito Natural sea una contribución positiva, un espacio donde las personas puedan materializar y vivir el mundo que imaginan en sus sueños.