El uso de estructuras de madera en la construcción está viviendo un resurgir a nivel mundial, y España no es la excepción. Aunque históricamente la madera ha tenido un papel limitado en el sector, la creciente preocupación por la sostenibilidad y la descarbonización de la construcción está impulsando su utilización. La madera ofrece una alternativa eficiente y sostenible frente a materiales más tradicionales como el hormigón y el acero, debido a su baja huella de carbono y sus propiedades como almacén de CO2.
Contexto actual en España
El uso de la madera en la construcción en España está en auge, pero sigue representando un pequeño porcentaje del total de la edificación. Actualmente, la construcción con madera maciza industrializada, incluyendo madera contralaminada (CLT), representa entre el 0,5% y el 1,5% del total de las edificaciones principalmente en proyectos de vivienda unifamiliar y rehabilitaciones. Sin embargo, se espera que este porcentaje aumente hasta el 3% para 2026, gracias a la expansión de la capacidad productiva de madera contralaminada (CLT), que se duplicará en los próximos años. En 2023, la capacidad productiva de CLT en España alcanzó los 73.800 m³, lo que representa aproximadamente el 2,5% de la producción mundial de este material. Esto contrasta con países como Suecia o Austria, donde el uso de madera en construcción es mucho más común.
Retos del sector
El sector de la construcción en madera enfrenta varios desafíos en España:
- Uno de los principales es la falta de conocimiento generalizado sobre los beneficios de este material. Aunque se ha demostrado que la madera es un material sostenible y con una baja huella de carbono, sigue habiendo cierta desconfianza hacia su durabilidad y certificaciones.
- Existe un déficit en la formación de profesionales. La madera industrializada no está suficientemente integrada en los planes de estudios de arquitectura e ingeniería (en mi caso llevo 22 años con una asignatura optativa; sin posibilidad de troncalidad en futuros planes de estudio). Países como Finlandia, que cuentan con programas formativos especializados como el Wood Program de la Aalto University, han demostrado que la educación es clave para aumentar el uso de la madera en construcción. Y no solo en la formación universitaria, también en la formación profesional: faltan operarios, montadores, que conozcan el material y el oficio. Los que trabajan la madera con las manos y los que la trabajan con el lápiz deben tener una comunicación fluida, y un aprendizaje mutuo. La colaboración entre universidades e industria es crucial. En España, la Cátedra Madera Onesta en la Universidad de Navarra es un buen ejemplo de cómo la academia y la industria pueden trabajar juntas para innovar en el uso de la madera.
- La necesidad de adaptar normativas a la especificidad de la madera. La normativa actual no siempre favorece la construcción con madera, lo que puede dificultar su desarrollo. por su construcción en seco, su baja masa, su fantástico comportamiento térmico y frente al fuego. Se hablaba hace tiempo de una adaptación del HR a la madera, que todavía no llega.
- La industrialización del sector maderero en España. Aunque el país tiene un vasto recurso forestal (26,3 millones de hectáreas de bosques), gran parte de esta superficie no está siendo gestionada adecuadamente para la producción de madera estructural. La creación de nuevas plantas de producción de CLT en lugares como Andorra (Teruel) y el Berguedà (Barcelona) es un paso en la dirección correcta, pero el proceso de transformación tecnológica aún tiene un largo camino por recorrer.
- El costo inicial de la construcción con madera sigue siendo un obstáculo. Aunque a largo plazo este tipo de construcciones pueden ser más eficientes energéticamente y económicas, la inversión inicial en materiales y mano de obra especializada suele ser más alta que en construcciones tradicionales. Hemos de integrar el coste económico y el coste sostenible. La amortización de la inversión en edificios de madera tiene plazos cortos.
- Y por último, y quizás uno de los más importantes, es que debemos realizar y ejecutar los proyectos y obras en madera de forma correcta, no nos podemos permitir la aparición de errores en el diseño, cálculo y ejecución, pues en este mundo en que vivimos, no se apreciará esa deficiencia, sino que se achacará a que es de madera… El proyecto debe adecuarse a las especificidades de la madera; los detalles y cálculos deben responder al material; la construcción debe realizarse con equipos competentes, profesionales de la madera. No perdamos por un fallo, lo que nos ha costado tanto obtener.
Oportunidades para el futuro
A pesar de los desafíos, las oportunidades para la madera en la construcción son vastas, especialmente en el contexto de la descarbonización del sector. En el informe “Mass Madera 2023-2024” se proponen diversas iniciativas para fomentar el uso de la madera, como la inclusión obligatoria de la huella de carbono en los proyectos de construcción y la implementación de cuotas mínimas de madera en las licitaciones públicas
El hecho de que la madera sea un material renovable y que actúa como almacén de carbono es clave en el camino hacia la sostenibilidad. Al emplear madera en la construcción, no solo se reduce el uso de materiales como el hormigón y el acero, que son intensivos en carbono, sino que también se contribuye a capturar CO2 de la atmósfera. Esto es fundamental en un momento en que las políticas ambientales y los objetivos de reducción de emisiones están en el centro del debate global
Otro aspecto importante es el impulso de proyectos experimentales que utilicen madera maciza industrializada. En otros países, como Canadá, estos proyectos han sido vitales para mostrar las capacidades de la madera en edificios de gran altura y en obras de infraestructura a gran escala. En España, las administraciones empiezan a darse cuenta del potencial y los beneficios de su empleo. Y este uso extiende a todos los niveles su utilización. Por ahora, la mayor parte del impulso ha recaído en el sector privado, que ha tirado del carro con la construcción de nuevos edificios con CLT que pueden servir como modelos que inspiren a otros desarrolladores.
Se ha de incentivar la inversión en tecnología, apoyando la modernización del sector maderero a través de incentivos fiscales y ayudas para la adquisición de maquinaria y tecnología de última generación para el procesamiento de madera. Debería promoverse la creación de clústeres de empresas para facilitar la colaboración entre empresas del sector para optimizar la cadena de valor de la madera, desde la gestión forestal hasta la construcción.
La colaboración entre universidades y el sector industrial puede ser un catalizador para la innovación, permitirá acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos, fortaleciendo la competitividad del sector a nivel internacional. La reciente creación de nuevas plantas de CLT y el fomento de proyectos experimentales también ofrecen oportunidades para transformar el sector. Ejemplos internacionales, como el edificio Earth System Science en Vancouver, muestran cómo la investigación y los proyectos innovadores pueden acelerar la adopción de la madera en la construcción.
Conclusión
En resumen, el uso de la madera en la construcción está emergiendo como una solución viable y sostenible en España, y el futuro de la construcción en madera es prometedor, pero está condicionado por la necesidad de superar varios retos clave. La falta de conocimiento y formación, junto con la necesidad de industrializar el sector maderero, son obstáculos que deberán superarse. Sin embargo, las oportunidades que ofrece la madera como material sostenible son inmensas. Con políticas adecuadas, innovación tecnológica y un mayor apoyo institucional, la madera podrá convertirse en un pilar fundamental en la transición hacia una construcción más verde y sostenible en España.
Por Jorge Blasco Miguel, arquitecto DALF-Consultor de estructuras
Fuentes y referencias:
- Informe “Mass Madera 2023-2024″, MassMadera.org/ Artículo en Construible.es/ Reportaje en Madera Sostenible/ Artículo en El Mundo Financiero